15 jul 2011

Cuando eras pequeña, te encantaban los cuentos con final feliz, donde el príncipe despertaba a la princesa con un beso, donde el príncipe rescataba a la princesa, o donde el príncipe mataba a los malos y se iba con la princesa. También creías que Peter Pan una noche entraría a tu habitación te daría los polvos mágicos y te irías con él volando a país de Nunca Jamás. Confiabas en que, cuando sufrieras tu príncipe azul aparecería con su caballo, y te llevaría con él donde nadie ni nada pudiera hacerte daño. Como es normal, en tu armario, bueno casi siempre lo llevabas contigo el traje de princesita, la corona y los tacones. Ahora ha pasado el tiempo, ya no eres una niña y te has dado cuenta de todo, los finales de los cuentos no son felices, siempre acaba alguien sufriendo, el príncipe no va a aparecer nunca cuando le necesites, por la noche si dejas la ventana abierta lo único que puede entrar es aire, porque nunca entrará Peter Pan, y nunca conocerás el país de Nunca Jamás, y los príncipes azules no existen, ya que con el tiempo destiñen. Por eso, el traje de princesita le tienes en el fondo del armario, si es que le tienes, y está lleno de polvo y viejo, a la corona ya no la queda ningún diamante, y los tacones están perdidos en tu armario. Esas esperanzas e ilusiones que tenías de pequeña se han roto en mil pedazos, te has dado cuenta de que los cuentos son sólo cuentos y que de ninguna de las maneras se pueden aplicar a la realidad.

2 comentarios:

  1. Tienes un blog muy interesante, es un placer leerlo.

    Quizas te guste el mio
    www.muytranquilo.blogspot.com

    Saludos y cuidate guapa ;)

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  2. Muchas gracias hombre (:
    Ahora lo miro ^^
    Igualmente un besito :D

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