18 jul 2011

Un día decidí hacer un avión de papel pequeñito y delicado, le decoré a mi gusto. Cuando estaba terminado, le heché al río para que volara a sus anchas. Me he dado cuenta que era pequeñito y delicado porque era mi corazón. Ahora he perdido su pista, por más que lo llamo no vuelve. Está perdido en medio de ninguna parte. Algún día volverá con buenas noticias.

No hay comentarios:

Publicar un comentario